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Твен Марк - Las aventuras de Huckleberry Finn Las aventuras de Huckleberry Finn

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оксана2018-11-27
Вообще, я больше люблю новинки литератур
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Professor2018-11-27
Очень понравилась книга. Рекомендую!
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Vera.Li2016-02-21
Миленько и простенько, без всяких интриг
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ст.ст.2018-05-15
 И что это было?
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Наталья222018-11-27
Сюжет захватывающий. Все-таки читать кни
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Las aventuras de Huckleberry Finn - Твен Марк - Страница 67


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Y yo voy y digo:

—?Para que queremos un foso cuando vamos a sacarlo por debajo de la cabana?

Pero no me oyo. Se habia olvidado de mi y de todo lo demas. Tenia la barbilla apoyada en la mano y pensaba. Al cabo de un momento da un suspiro y menea la cabeza; despues vuelve a suspirar y dice:

—No, eso no estaria bien; no es del todo necesario.

—?El que? —pregunte.

—Hombre, cortarle la pierna a Jim —me contesto.

—?Caray! —dije—, no veo ninguna necesidad. Y, ademas, ?para que le quieres cortar la pierna?

—Bueno, es lo que hacen algunos de los autores mas autorizados. No le pueden arrancar la cadena, asi que le cortan la mano y tiran. Y una pierna seria todavia mejor. Pero nosotros tendremos que renunciar a eso. En este caso no hay suficiente necesidad, y ademas Jim es negro y no comprenderia los motivos ni la costumbre europea, asi que lo dejaremos pasar. Pero, en cambio, otra cosa si: podemos hacer tiras las sabanas y confeccionarle una escala de cuerda muy facil. Y se la podemos enviar dentro de un pastel; casi siempre se hace asi. He comido pasteles peores.

—Pero, Tom Sawyer, que cosas dices —comente—; a Jim no le vale de nada una escala de cuerda.

—Tiene que valerle de algo. Mas bien que cosas dices tu; no sabes nada de esto. Necesita una escala de cuerda; les pasa a todos.

—?Que diablos va a hacer con ella?

—?Hacer con ella? La puede esconder en la cama, ?no? Es lo que hacen todos y tiene que hacerlo el tambien. Huck, parece como si nunca quisieras hacer las cosas bien; quieres inventartelo todo a cada vez. Supongamos que no hace nada con ella. ?No la tiene ahi en la cama para dejar una pista cuando haya desaparecido? ?Y no calculas que buscaran pistas? Pues claro que si. Y, ?no les piensas dejar ninguna? ?Eso si que estaria bien, te lo aseguro! Nunca he oido nada por el estilo.

—Bueno —dije yo—, si eso es parte del reglamento y la necesita, pues le hacemos una, porque yo no quiero faltar a los reglamentos; pero te digo un cosa, Tom Sawyer, si nos ponemos a rasgar sabanas para hacerle a Jim una escala nos vamos a meter en lios con la tia Sally, de eso puedes estar seguro. A mi me parece que una escalera de corteza de nogal no cuesta nada y no hay que estropear nada, y se puede meter igual dentro de un pastel y esconder en un colchon de paja o igual de bien que cualquier escala de cuerda, y en cuanto a Jim, no tiene experiencia, asi que a el no le importa que tipo de…

—Ay, caray, Huck Finn, si yo fuera tan ignorante como tu cerraria la boca, te lo aseguro. ?Quien ha oido hablar de un prisionero de Estado que se escape con una escalera de corteza de nogal? Resulta totalmene ridiculo.

—Bueno, esta bien, Tom, hazlo como quieras, pero si quieres seguir mi consejo, deja que le lleve prestada una sabana de las que estan tendidas.

Dijo que estaba bien, y eso le dio otra idea, y dijo:

—Toma prestada una camisa tambien.

—?Para que queremos una camisa?

—Para que Jim escriba un diario.

—Diario, tu abuelita… Jim no sabe escribir.

—Supongamos que no sabe… Puede hacer palotes en la camisa ?no? Sobre todo si le hacemos una pluma con una cuchara vieja de peltre o con el trozo de una duela de barrilviejo.

—Pero, Tom, le podemos arrancar una pluma a un ganso, y resulta mejor, y mas rapido, ademas.

—Los prisioneros no tienen gansos corriendo por las mazmorras para ponerse a arrancarle plumas, so tonto. Siempre hacen las plumas con el trozo mas duro, mas dificil y mas complicado de un viejo candelabro de cobre o algo a lo que le puedan echar mano, y les lleva semanas y semanas y meses y meses afilarlo, porque tienen que hacerlo frotandolo contra la pared. Ellos no utilizarian una pluma de ganso aunque la tuvieran. No esta bien.

—Bueno, entonces, ?con que le hacemos la tinta?

—Muchos lo hacen con el orin del hierro y lagrimas, pero eso son los prisioneros mas vulgares y las mujeres; los autores mas autorizados utilizan su propia sangre. Jim puede hacerlo, y cuando quiera enviar cualquier mensaje misterioso de lo mas corriente para que el mundo sepa donde esta cautivo, lo puede escribir en el fodo de un plato de estano con un tenedor y tirarlo por la ventana. Es lo que hacia siempre la Mascara de Hierro, y ademas resulta estupendo.

—Jim no tiene platos de estano. Le dan de comer en una escudilla.

—Eso no importa, le podemos conseguir algunos.

—Y nadie podra leer lo que dice en el plato.

—Eso no tiene nada que ver con el asunto, Huck Finn. Lo unico que tiene que hacer el es escribir en el plato y tirarlo. No hay que leerlo. Pero si la mitad de las veces no se puede leer nada de lo que escriben los prisioneros de Estado en un plato de estano, ni en ninguna otra parte.

—Bueno, entonces, ?para que vale echar a perder esos platos?

—Pero, maldita sea, no son los platos del prisionero.

—Pero son de alguien, ?no?

—Bueno, supongamos que si. ?Que mas le da al prisionero?

Y entonces se interrumpio porque oimos que sonaba el cuerno del desayuno. Asi que nos fuimos a la casa.

Aquella manana tome prestadas una sabana y una camisa blanca del tendedero y encontre un saco viejo para meterlas; bajamos a buscar el «fuego de zorrro» y tambien lo metimos en el saco. Yo decia que aquello era tomar prestado, porque asi lo llamaba siempre padre, pero Tom decia que no era tomar prestado sino robar. Dijo que estabamos representando a prisioneros y que a los prisioneros no les importa como consiguen las cosas con tal de conseguirlas y que a nadie le parece mal. No es ningun crimen que un prisionero robe lo que necesita para fugarse, dijo Tom; esta en su derecho, y mientras estuvieramos representando a un prisionero teniamos perfecto derecho a robar cualquier cosa que hubiera por alli si nos valia para salir de la carcel. Dijo que si no fueramos prisioneros seria muy diferente, y que habia que ser mezquino y ordinario para robar cuando no se era prisionero. Asi que nos pusimos de acuerdo en robar todo lo que nos valiese de algo. Y sin embargo, un dia, despues de aquello, organizo un lio tremendo cuando yo robe una sandia del huerto de los negros y me la comi, y me hizo ir a darles a los negros diez centavos sin explicarles por que. Tom dijo que lo que habia querido decir es que podiamos robar cualquier cosa que necesitaramos. «Bueno», dije yo, «yo necesitaba la sandia». Pero el dijo que no la necesitaba para salir de la carcel; ahi estaba la diferencia. Dijo que si hubiera querido esconder dentro un cuchillo y pasarsela a Jim para matar con el al senescal, habria estado bien. Asi que lo deje, aunque no le veia la ventaja a representar el papel de prisionero si tenia que ponerme a pensar en cosas tan dificiles de distinguir cada vez que viera una oportunidad de llevarme una sandia.